domingo, 2 de enero de 2011

Uno de cada dos hurtos en el transporte francés es de celulares. Cada vez más países implementan medidas para bloquear la utilización de dispositivos

Según un estudio realizado en París, el fenómeno es mundial ya que se replica en el Reino Unido, los Estados Unidos y otros países de Europa. En varios de ellos, decidieron aplicar sistemas que permiten, en caso de hurto, impedir la utilización del aparato en una determinada red, al colocar el número de serie del dispositivo en una lista negra.



En Inglaterra se implementó una unidad especial de 30 personas para hacer frente al "alza general de la cantidad de robos de smartphones", según un portavoz de la policía. "Estos móviles, que son verdaderas pequeñas computadoras, pueden revenderse hasta por US$400", explica.



En el metro de Manhattan los altavoces advierten a los pasajeros para que no exhiban sus aparatos y así evitar ser víctima de robo.

"Es como fumar. El consumidor conoce los riesgos pero prefiere ignorarlos", explica Jack Wraith, presidente en el Reino Unido del Foro de Acción contra el Crimen en la Industria del Teléfono Móvil. "Se puede incluir aplicaciones en los smartphones que protegen los datos o convierten en inutilizable el aparato, pero muy poca gente lo hace", se lamenta.

El hurto de éstos móviles forma parte de un tráfico de teléfonos hacia el extranjero, especialmente a Argelia, Marruecos, África del Oeste o Europa del Este, donde el precio de un iPhone puede llegar hasta US$1.000.

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