Por qué se vuelve a poner de moda ahora es un misterio. Tal vez la papiroflexia sea un arte en auge, lo cual me alegra el día. Cuando estudiaba en la universidad me dio por aprender origami. Pensaba que ligaría más (consejo: no funciona, es tan lamentable como intentar ligar con trucos de magia y al final hay que explicar siempre qué figura has hecho porque nadie es capaz de reconocer al animal). Con los años he perdido práctica. A principios de la década podía hacer pingüinos y cerditos, ahora me quedo en la grulla y la pajarita, con suerte. Pero bueno, al menos no tendré que hacer un curso de introducción para poder usar un producto con tantas dobleces.
Pero que Ori-ori Moshi-Moshi vuelva a circular por los blogs demuestra que la prototipotrónicaes intemporal, como el amor o ese bote de pepinillos que tengo en la nevera. Jamás estará en el mercado pero soñar es gratis.
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