Muchas leyendas se crearon a cerca del uso de los teléfonos celulares. Algunas de las mentiras más disparatadas que todos tienen en cuenta y que muchas veces repite como una verdad revelada
Muchos de los recaudos que se tienen al utilizar los celulares son absurdos. Se trata de normas creadas sin coherencia y que se propagaron como una epidemia.
El diario El País realizó una lista con las leyendas urbanas más conocidas y respetadas.
* Accidentes aéreos: las normas de seguridad crearon una alarma generalizada que nada tiene que ver con el verdadero peligro de estos aparatos durante los vuelos. Los teléfonos pueden provocar pequeñas interferencias de radio, ya que periódicamente emiten una señal para conectarse con la estación base más cercana. Pero casi todos los aviones ya cuentan con sistemas que neutralizan estos problemas. No se registraron accidentes aéreos por el uso de celulares.
* No hablar en las estaciones de servicio: los experimentos realizados con miles de aparatos telefónicos jamás pudieron comprobar que el recibir o hacer llamadas pueda ocasionar una chispa. Es más peligroso el uso de zapatos con suela metálica.
* Las baterías: la leyenda sobre las explosiones no son ciertas. Los defectos sólo se encontraron en aparatos falsificados, provenientes de China o Vietnam, que habían sido expuestos a temperaturas extremas.
* Carga completa: ya no es verdad que para mantener la batería en buen estado hay que esperar a que se descargue por completo antes de enchufarla a la corriente eléctrica. Con las baterías actuales de litio es recomendable no llegar hasta el final de la carga.
* Las enfermedades del celular: La Organización Mundial de la Salud certificó que la emisión de frecuencias de un terminal no tiene riesgo para la salud. Llevar el móvil en el bolsillo del pantalón o en el de la camisa no produce ni impotencia ni arritmias cardiacas.
El diario El País realizó una lista con las leyendas urbanas más conocidas y respetadas.
* Accidentes aéreos: las normas de seguridad crearon una alarma generalizada que nada tiene que ver con el verdadero peligro de estos aparatos durante los vuelos. Los teléfonos pueden provocar pequeñas interferencias de radio, ya que periódicamente emiten una señal para conectarse con la estación base más cercana. Pero casi todos los aviones ya cuentan con sistemas que neutralizan estos problemas. No se registraron accidentes aéreos por el uso de celulares.
* No hablar en las estaciones de servicio: los experimentos realizados con miles de aparatos telefónicos jamás pudieron comprobar que el recibir o hacer llamadas pueda ocasionar una chispa. Es más peligroso el uso de zapatos con suela metálica.
* Las baterías: la leyenda sobre las explosiones no son ciertas. Los defectos sólo se encontraron en aparatos falsificados, provenientes de China o Vietnam, que habían sido expuestos a temperaturas extremas.
* Carga completa: ya no es verdad que para mantener la batería en buen estado hay que esperar a que se descargue por completo antes de enchufarla a la corriente eléctrica. Con las baterías actuales de litio es recomendable no llegar hasta el final de la carga.
* Las enfermedades del celular: La Organización Mundial de la Salud certificó que la emisión de frecuencias de un terminal no tiene riesgo para la salud. Llevar el móvil en el bolsillo del pantalón o en el de la camisa no produce ni impotencia ni arritmias cardiacas.
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