miércoles, 23 de abril de 2008

Nuevo Celular LG

LG lanza un nuevo móvil “fashion” mañana, uno que podría estar realizado con piezas de repuesto de los monoplaza de Formula 1 y algunos elementos del transbordador espacial. Es de fibra de carbono y cristal templado, tiene un diseño a prueba de arañazos y cámara de cinco megapíxeles. Si hacemos caso a las pequeñas pistas que los coreanos han ido dejando por el camino podríamos suponer que es poco menos que el móvil que usa Dios cuando llama por teléfono. Pero claro, qué van a decir ellos de su producto, salvo que es fantástico.

Las dos ediciones anteriores de la serie de diseño de LG han estado bastante bien —el Chocolate y el Shiny- y ésta nueva versión, salvo que hayan metido la pata hasta el fondo, no debería estar muy alejado de esos dos modelos. Superficies táctiles, teléfonos muy delgados y, en general, máquinas pensadas para funcionar también como accesorios de moda. Aquí está el tema. Para el lanzamiento la empresa ha elaborado un estudio que concluye con esta interesante cifra: el 45% de los hombres europeos consideran el teléfono móvil uno de los tres elementos que configuran su estilo. En el caso de las mujeres es el cuarto, porque ellas añaden el bolso a una lista que no se revela pero que, intuyo, podría estar formada por joyas, relojes y gafas. En el caso de España, sin embargo, el móvil no tiene mucho de fashion, sólo el 11% de los hombres españoles coinciden en situar el teléfono móvil entre los tres primeros artículos esenciales de estilo.

Lo cual, para mí, tiene más sentido. Porque sí, el móvil marca estilo y tendencia pero lo llevamos la mitad del tiempo en el bolsillo. No tiene la visibilidad de unas gafas, una joya o un bolso. Siempre está el cretino que tiene que sacarlo del bolsillo en el bar cada cinco minutos para enseñarlo (y los que cuando los sacamos por cualquier necesidad pensamos que el resto del bar va a pensar que nosotros somos ese cretino), pero al margen de eso, el móvil suele estar bastante escondido.

Esto explicaría, en parte, por qué cualquier intento de vender el móvil en la sección de moda ha fracasado. Ahora parece que la tendencia vuelve, con alianzas de los Armanis, los Pradas, los Levis y los Tag Heuers con los fabricantes tradicionales de telefonía, que encuentran un mercado saturado en el que es difícil hacerse notar. Me temo que no tendrán suerte.

A la hora de la verdad, la gente que busca un móvil fashion busca un LG, un Samsung, un Sony Ericsson o un Nokia bien diseñado,… quiere marca, pero no de moda, sino de tecnología. Creo que es porque el móvil, por muchos cristales de Swarovsky que tenga, nunca dejará de ser primero un teléfono y luego, ya, lo que quieran los fabricantes que sea (una joya, una cámara, un MP3, una lancha fueraborda...). Hubo una época en los que las empresas soñaron con un usuario capaz de tener en el armario tantos móviles como camisas. Un usuario capaz de combinarlos como hace con un la ropa. Lo cierto es que el hombre multimóvil existe, pero la ecuación es diferente: Blackberry + x.

Y en cualquier caso, muchas veces no sabe (sabemos) combinar las camisas. Era una estrategia destinada al fracaso.

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